Cirugía del Punto G: El negocio del sexo femenino
- InSEXpertos Es hora de la charla
- 8 oct 2019
- 3 Min. de lectura
9 de Octubre del 2019
Por Shoshana Hernández
La relación entre las mujeres y las cirugías plásticas ha sido un tema que ha obligado a discutir distintas problemáticas: ¿es una forma de cumplir con modelos y estereotipos surgidos en una sociedad que insiste en crear bellezas para el consumo masculino? ¿Es una manera de tener libertad sobre nuestro cuerpo para hacer lo que deseemos sobre él? ¿Es una opción para mejorar nuestra autoestima?
Cualquiera que sea tu postura frente al asunto de las operaciones estéticas, hoy surge una nueva problemática que se tiene que hablar: las cirugías íntimas o procedimientos estéticos ginecológicos.

Rejuvenecimiento vaginal, liposucción del pubis, ninfectomía (modificación de labios mayores) y agrandamiento del punto G, son algunas de las variedades que el mundo de las cirugías plásticas tiene para hacer visualmente más atractiva la pluralidad de vaginas y, sobre todo, hacer que el placer sea más sencillo para el sexo femenino.
Aunque puede sonar como una solución atractiva que podría mejorar la seguridad de muchas en el terreno íntimo, hay algunas preguntas que inevitablemente llevan a la controversia (por ejemplo, si el Punto G es tan difícil de hallar como para tener que agrandarlo).
¿De qué va la operación para agrandar el Punto G?
La intervención, básicamente, consiste en inyectar grasa, colágeno o ácido hialurónico en la zona donde se encuentra el Punto G. Al incrementar el tamaño del área, los tejidos se estimulan más fácilmente y logran estar más susceptibles al tacto.

La PuntoG-plastía promete ser la solución para los problemas de placer de las mujeres, pues después de la operación se recupera la capacidad de alcanzar un orgasmo vaginal.
Los efectos de dicha operación pueden tener una duración de hasta seis meses y, en realidad, es una cirugía rápida que sólo toma entre 15 y 30 minutos dentro del quirófano. No se requiere bisturí, pero sí se debe hacer anestesia local.
En cuanto a la recuperación, la recomendación principal es evitar tener relaciones sexuales los primeros 5 o 7 días después de la intervención. Se pueden presentar molestias al orinar o infecciones que desaparecerán de manera paulatina.
En México, el aumento de volumen del Punto G se puede realizar en la clínica Salutaris.
¿Y en serio es necesario operarse para hacer posible el orgasmo?
Modificar la anatomía para que el placer femenino sea más sencillo puede reproducir la idea de que el goce de las mujeres en la sexualidad es problema de sus cuerpos y no de quienes no se han tomado el tiempo de estudiarlos o de educarse.
Se dice que el Punto G de las mujeres es una zona ubicada detrás del hueso púbico, a unos tres centímetros de la uretra. Al estimular esta parte, se supone que hay una gran posibilidad de llegar a un orgasmo sumamente placentero.

Sin embargo, los científicos aún no logran definir si esta área de verdad es el origen de los orgasmos vaginales; lo que se sabe es que, probablemente, su función es amplificar los orgasmos gracias a que los tejidos cercanos al clítoris se masajean.
Además, también se ha puesto en duda la misma existencia de los orgasmos vaginales porque el autor principal del goce femenino es el clítoris. La estimulación de él, sea por penetración vaginal, anal o mediante sexo oral, es lo que lleva al clímax del placer.
No hay que olvidar que las cirugías plásticas es un negocio millonario. Quizás es tiempo de preguntarnos si debemos permitir que esta maquina de dinero alcance las partes más íntimas de los cuerpos de las mujeres.
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