El VPH: ¿Cerca del cáncer?
- InSEXpertos Es hora de la charla
- 4 feb 2021
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Bajo el lema "Yo soy y Voy a", la comunidad global conmemora este 4 de febrero el Día Mundial contra el Cáncer, cuyo objetivo es fomentar la prevención y sensibilización para disminuir las muertes. En ese sentido, la salud sexual está relacionada a nivel colectivo e individual a través de las acciones dirigidas a reducir el virus del papiloma humano, el cual tiene posibilidades de desarrollar el cáncer cervicouterino.
¿Qué es el VPH?
Los papilomavirus humanos (PVH) son la causa de infección vírica más común de los órganos sexuales. La mayoría de las mujeres y los hombres sexualmente activos contraerán la infección (o tendrán infecciones recurrentes) en algún momento de su vida. Además de ello, se considera el factor más importante para padecer cáncer cervicouterino.
VPH de alto riesgo
Los tipos de VPH no oncogénicos (en especial el 6 y el 11) pueden provocar verrugas genitales y papilomatosis respiratoria, una enfermedad caracterizada por la aparición de tumores en las vías respiratorias que van de la nariz y la boca hasta los pulmones. Aunque dichos tipos no son mortales, también existen los conocidos como de alto riesgo.
Según la Organización Mundial de la Salud, de los más de 100 tipos de VPH, al menos 14 son oncógenos. Dos de estos tipos (16 y 18) son los causantes del 70% de los cánceres del cuello uterino y de las lesiones precancerosas del cuello uterino. Además, hay pruebas que asocian al VPH con los cánceres de ano, vulva, vagina, pene y orofaringe.
Aunque la mayoría de las infecciones por VPH se remiten por sí solas y la mayor parte de las lesiones precancerosas se resuelven de forma espontánea (alrededor del 90% remite al cabo de dos años), las mujeres corren el riesgo de que una infección se cronifique y de que las lesiones precancerosas evolucionen hacia un cáncer del cuello uterino invasivo.
La mayoría de los tipos de infecciones por el VPH en hombres no causan cáncer. Sin embargo, el cáncer del cuello uterino es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo, y de acuerdo con la OMS, en 2018 hubo unos 570 000 casos nuevos.
En los países de ingresos bajos y medios hay
un escaso acceso a estas medidas preventivas y, con frecuencia, el cáncer del cuello uterino no se detecta hasta las fases más avanzadas, cuando aparecen los síntomas. Además, el acceso al tratamiento de la enfermedad en una fase tan avanzada (por ejemplo, cirugía, radioterapia y quimioterapia) puede ser muy limitado, por lo que en estos países la tasa de mortalidad por cáncer del cuello uterino es más alta.
Si hay signos de cáncer del cuello uterino, las opciones terapéuticas disponibles para eliminar el cáncer son: cirugía, radioterapia y quimioterapia. Es por ello que es necesario diagnosticar en una etapa temprana.
Posibles síntomas
La mayoría de los casos de VPH no presentan síntomas, ni alteraciones visibles. Por lo cual es importante mantener relaciones sexuales con preservativos para evitar contagiar a tu pareja.
Aunque en mujeres con un sistema inmunitario normal, el cáncer del cuello uterino tarda en desarrollarse de 15 a 20 años, algunos de los síntomas del cáncer del cuello uterino en las primeras fases son:
Pueden aparecer otros síntomas intensos en fases avanzadas, dependiendo de los órganos a los que se haya extendido el cáncer. La detección, evaluación y tratamiento oportuno del cáncer salva vidas.
Prevención y diagnóstico
Como lo hemos mencionado, el tipo de VPH, es decir su oncogenicidad o poder cancerígeno, es el factor más importante para estimar su gravedad. Sin embargo, otros factores de riesgo que favorecen la persistencia del virus y su evolución hacia un cáncer del cuello uterino, son: el estado inmunitario de las personas, la coinfección con otros agentes de transmisión sexual, el número de partos y el consumo de tabaco.
En la actualidad existen tres vacunas precalificadas que protegen contra los PVH 16 y 18, causantes de al menos el 70% de los cánceres del cuello uterino. Una de ellas protege contra otros cinco tipos adicionales de VPH oncogénicos, que causan otro 20% de los cánceres del cuello uterino. Dado que las vacunas que protegen solo contra los PVH 16 y 18 también confieren cierta protección cruzada frente a los otros tipos de PVH menos comunes que también son causa de este cáncer, la OMS considera que las tres vacunas protegen por igual contra el cáncer de cuello uterino. Dos de las vacunas también protegen contra los tipos 6 y 11, causantes de verrugas anogenitales.
En la estrategia mundial para acelerar la eliminación del cáncer del cuello uterino como problema de salud pública adoptada por la Asamblea de la Salud en 2020 se recomienda que la prevención primaria comience a través de la vacunación de niñas de 9 a 14 años, cuando la mayoría de ellas no han iniciado la actividad sexual, ya que las vacunas funcionan mejor si se administran antes de la exposición al VPH.
Además, las mujeres de la población general sexualmente activas deben someterse a pruebas de detección de células anormales o lesiones precancerosas en el cuello del útero a partir de los 30 años.
A continuación, un testimonio que expresa las condiciones en las que se enmarca la enfermedad, así como los posibles factores que intervienen para que ésta sea ignorada:
La voz ha sido modificada
Los ensayos clínicos y la vigilancia posterior a la comercialización muestran que las vacunas contra los VPH son seguras y muy eficaces en la prevención de la infección por VPH, las lesiones precancerosas de evolución rápida y el cáncer invasivo. Las vacunas están recomendadas por la OMS y su uso ha sido aprobado en muchos países.
Si bien, no existe tratamiento para el VPH, los problemas de salud que genera pueden tratarse; en el caso de las verrugas genitales pueden ser atendidas por el médico con el fin de evitar su crecimiento y cantidad, mientras que para identificar las etapas iniciales de cáncer cervicouterino se debe realizar cada año la prueba Papanicolaou.
Romper los mitos, generar concientización, conocimiento y educación en torno a la enfermedad son actos que pueden prevenir no sólo el contagio del VPH, sino, incluso, la muerte. Cuidar de la salud es fundamental para disfrutar la sexualidad y una vida plena.
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